¡Hola! ¿Cómo estás? Espero que bien, aunque quizás es mucho esperar. Si estás leyendo esto y estás mal, tranquilx, está bien. Está más que bien.
Desde hace unas semanas, parte de mi entorno sufre lo que llamamos ‘una mala racha’ y, cuando hablo con ellos, siento que hay una presión extraña que no les permite vivir esa ‘mala racha’ (voy a dejar de poner comillas porque me esstresso). ¿Quién narices te ha dicho que una mala racha, un bajón, una depresión, lo que sea que estás pasando, no está bien? Déjame decirte que está bien. Está más que bien.
Está bien que paremos, está bien sentir tristeza, está bien no tener las cosas claras, está bien no saber lo que queremos… No somos puñeteros robots programados para saber cuál será nuestro próximo movimiento y, ¡sorpresa! es lo que, en parte, hace mágica la vida…
Si estás familiarizado con mis posts, sabrás que yo he pasado más de una y de dos malas rachas y que hasta que no obtuve ayuda profesional, pensaba que sentirme como me sentía estaba mal, que tenía que ser feliz por c*jones.
El post de hoy no sé si será más largo que una semana sin pan o será más corto que las mangas de un chaleco. Lo que sí tengo claro es que vivimos en una sociedad donde la presión está presente en absolutamente todas las facetas de nuestra vida. Presión por los estudios, por llegar a ciertos objetivos en el trabajo, por llevar una vida sana, por tener una vida social plena y un larguisísisimo etcétera… Chico, de verdad, que santa manía con esto de la presión (y esto si que me esstressa y si algo hemos aprendido de Marian Rojas es que el estrés es igual a cortisol y no mola).
¿Estás pasando una mala racha? Bienvenidx al mundo de la toma de decisiones, de la madurez y del crecimiento personal. Como me encantan las listas (porque soy una Virgo de esas ordenadas, metódicas y, a veces, un poco maniáticas), voy a hacerte una lista con lo que a mí me ayudo a vivir, que no superar, esa mala racha. Porque sí queridx, las malas rachas hay que vivirlas.
- Las malas rachas son necesarias. Una mala racha puede darse por un montón de factores. Que si no sé que quiero hacer con el trabajo, que si la carrera no me gusta, que si no sé si quiero a mi novix, que no sé si estoy a gusto con mi familia… Y da la casualidad que todas ellas tienen un factor común. Y ese factor común es que nos paramos a pensar y muchas veces los pensamientos pueden ser abrumadores. Pero sí, pensar es necesario y hay veces que pensamos, le damos una vueltita a las cosas y vemos que hay moviditas que solucionar.
- Cuando te de por pensar (cosa que es buenísima) tienes que hacerlo desde la introspección. Sé sincerx contigo mismo, sé honesto con la persona con la que convives 24/7 y prioriza las cosas que están un poco torcidas en tu vida, aquellas que quieres mejorar… Pero también piensa en todo lo bueno que tienes, en las cosas buenas que eres. Porque una cositina te voy a decir, una mala racha está bien, pero el victimismo no. Y, escucha, tómate todo el tiempo que necesites para pensar que, de verdad, es buenísimo.
- Cuando tengas más o menos claro (cosa que no es fácil, por si en algún momento pensabas que toda esta movida era sencillita) escribe, habla contigo y priorizalas para poder crear una estrategia y un plan para poder enderezar las cosas porque está claro que todo a la vez no es posible.
- Y ahora… el kí de la cuestión… ‘Estupendo María, y ahora… ¿cómo narices creo yo una estrategia, un plan?‘. Pues aquí viene lo más durillo… Cada persona somos un mundo y lo que a mí me funcionó puede que a otros no. Tengo la gran suerte de ser muy honesta conmigo misma, me niego a mentirme… Y, por suerte, como yo no podía conmigo misma porque no me sorportaba, busqué ayuda profesional formato psiquiatra (besos una vez más Enrique). Y gracias a su ayuda, a hacerme preguntas (es decir, pensar) y a ser muuuuuuy honesta (literalmente busqué las cosas que de verdad me jodían, de mí, de mi entorno…) pude buscar una forma de ir solucionando poco a poco algunas de ellas (alerta spoiler: sigo pensando y trabajando en muchas cosas que están un pelín torcidas en mi vida. Y está más que bien).
- ¡Ah, por cierto! Puede que esto en vez de punto 5 debiera ser un paréntesis, pero como considero que es importante lo he puesto en el quinto lugar. Respóndeme a una pregunta, ¿tú te caes bien? Porque si no te caes bien y no te quieres, probablemente te hables y te digas cosas feísimas. Y eso si que no está bien. Porque que estés pasando una mala racha no quiere decir que tengas que tratarte mal. Recuerda siempre tratarte con el mismo amor y respeto que tratas a los demás porque es la clave para poder vivir malas rachas.
- Y, por último, los espacios seguros. ¡Aaaaay la leche Merche! Qué complicado es generar espacios seguros cuando estamos cargados de inseguridades, envidias, rivalidades…. Pues es clave contar con espacios seguros…. Con tus amigos, con tu familia, con tu psiquiatra, con tu psicólogo, con quien tú consideres pero busca y establece un espacio seguro donde poder compartir cómo te sientes, tus preocupaciones, también llamadas “tus mierdas”. Y, salvo en el ámbito de los profesionales de la salud que digo yo que tienen más idea que yo de todo esto, establece límites. Si tu quieres contar algo pero no quieres que 24/7 te estén preguntando qué tal, dilo, establece ese límite (aunque también tienes que entender que para crear espacios seguros, debes de hablar. La comunicación es fundamental en cualquier ámbito, siempre con un buen chute de empatía y asertividad).
Haaaaay que ver lo mentirosa que soy a veces… Que el punto 6 no era lo último. Y esto ya no sé si lo escribo para el que esté pasando una mala racha o para su entorno:
Pasar una mala racha no significa estar llorando todo el día, triste… Por supuesto que puede haber momentos o fases en las que estemos más tristes o nos de por llorar hasta con los anuncios de Navidad, pero también hay momento muy buenos, de risas, de paz, de tranquilidad… Porque tu no veas a alguien hundido en la más absoluta mierda, no significa que no esté librando sus batallas. Porque como bien dice mi madre ‘la procesión va por dentro’.
Asi que vive tu mala racha, intenta pensar, organizar tus pensamiento y buscar la forma de poder enderezarlas y rodéate de gente que te quiera y te quiera bien.
